jueves, 31 de julio de 2008

Idiotas e idioteces

El domingo pasado estuve todo el día en la piscina de una amiga, y en mitad de la comida ha dicho algo sobre mí y sobre su novio, que a veces yo lo he llegado a pensar, ha mencionado que ambos parecemos tontos, pero que en el fondo nos enteramos de todo.

Y es verdad, me he dado cuenta que mi problema es que la gente no me conoce bien, porque los que no me conocen o no hacen el trabajo de querer conocerme, compartir no solo un rato sino muchos ratos, acaban creyendo que soy idiota, pero de las que no tienen ni dos dedos de frente, y no les culpo ya que los pobres no han hecho ni un esfuerzo por querer ahondar ni un poco mas, pobres de ellos que se han quedado con lo primero que han visto.

¿Os habéis parado a pensar, la cantidad de personas que pasan por nuestra vida y a las que no le hacemos ni un mínimo de caso? quizás muchas de las que conocemos después de excavar mucho lo único que encontramos son mas idioteces que estaban escondidas, y que si ya de por si creíamos que no podíamos escuchar nada más tonto de su boca, se explayan con otra de sus ideas; pero hay veces que hay personas de las que nos llevamos la impresión de que son tontos, memos perdidos, que ellos saben que tú los estas viendo como lelos, pero que no te dicen nada, porque entienden que si no somos capaces de pasar con ellos mas de un rato, no merece la pena que te muestren que mas te pueden ofrecer.

Son esos que están ahí callados, observando cada movimiento, cada gesto, cada palabra que dices, pero verdaderamente lo que hacen es analizarnos, te crees que son tímidos, que no entienden de que estas hablando, pero nos equivocamos tanto, que al final un día, te los encuentras y ves que no son ni la mínima parte de la imagen que te habías creado en la cabeza
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

No tiene nada que ver el ser suelto o reservado en comunidades sociales con el grado de inteligencia que tenga cada uno.

Es verdad que probablemente me pierda cosas rechazando a la gente de primeras, pero también lo es que de tanto "excavar" en personas para acabar dandote cuenta de que no son capaces de llenar una conversación con cosas que realmente puedan aportar algo a tu vida; acabas teniendo cierta habilidad para ver en dos vistazos si la persona que tienes delante es de ese tipo o, por el contrario, es del 20% (y quizá esté siendo muy generoso) restante que tiene capacidad y curiosidad suficiente como para hacer interesante una conversación.

Al final he acabado con una premisa: "todo el mundo es gilipollas, hasta que me demuestre lo contrario".
Y te aseguro que acierto más de lo que fallo.

Quizá pase de nuevo por aquí algún dia, puedes responder aquí mismo y probablemente lo acabe leyendo.

Un saludo.

Paulita Heathcliff dijo...

estoy de acuerdo contigo en que llega un momento en que se averigua de un vistazo de que pan come cada uno, te agradezco que dejes tus comentarios.

un saludo